Era el fin del año 1999 y en un pequeño pedazo de papel escribí tres palabras: “quiero encontrar amor”. Habían pasado más de dos años desde mi última salida con mi novio de secundaria. Los chicos que había conocido en la universidad tenían un carácter complicado o simplemente las conversaciones con ellos eran muy aburridas. Me sentía sola y quería un cambio. Sin tener mucha conciencia escribí lo que quería y necesitaba y sin saberlo conecté por primera vez con la intención.
Veinte años después sigo aprendiendo y ejercitando el poder de la intención. Cada fin de año sigo escribiendo en un papel tres palabras. Dependiendo del año, mis tres palabras pueden estar relacionadas con un sentimiento o con un objetivo que quiero lograr. Las palabras pueden formar una frase o ser solo ideas sueltas, no he seguido una estructura fija. Lo que siempre ha estado presente es tomarme el tiempo parar reflexionar, escribir y finalmente conectar con la energía de vivir con intención.
Donde ponemos la atención, la energía fluye
En los últimos años he acompañado la formulación de la intención con la creación de un mapa de sueños. Con un grupo de amigas me reúno cada enero para crear esta poderosa herramienta visual. Desde el 2018, he creado un mapa con las tres las palabras de la intención y la visualización de lo que quiero sentir al lograrlo. Para mi beneficio desde ese entonces, se ha maximizado el alcance de lo que me propongo. Es realmente muy poderoso cuando ponemos a la vista diariamente aquello que queremos alcanzar.
Al vivir con una intención clara de lo que queremos lograr con cada acción, nos volvemos más poderosas. Como mamás, como emprendedoras y/o como profesionales, si actuamos conectadas con nuestra intención, tendremos el éxito asegurado. Para este 2020, las tres palabras en mi intención son: plenitud, conexión y acción. Este año me comprometo a vivir presente y a plenitud cada momento en familia. Voy a conectar todos mis talentos e intereses en el desarrollo de mi negocio y voy a hacer más de lo que me hace feliz.
La intención en acción
Estoy segura que el 2020 será un año excepcional. No solo porque así me lo he propuesto en mi intención o en mi mapa de sueños, sino porque tengo mucho que celebrar. ¿Se acuerdan del papel que escribí al final del 1999 pidiendo encontrar amor? Pues apenas un mes después de escribirlo conocí a alguien muy especial. Un año después empezamos a salir juntos y cinco años después nos casamos y finalmente formamos una familia. En pocos días cumplimos 15 años de casados, probando una vez más que cuando conecto con la intención, termino creando una vida mas allá de mis sueños.
