Es durante los primeros años de vida cuando estarán formándose gran parte de las conexiones neurológicas en el cerebro y su plasticidad adquiere habilidades y destrezas únicas y determinantes para su desarrollo integral.
El éxito escolar y la plasticidad del cerebro van más allá del aula, empiezan y se refuerzan en el hogar y no dependen sólo del programa y/o de la maestra. Por ello, a pesar de nuestras buenas intenciones como madres, muchas veces nos toca desaprender para aprender. En cuanto a esta dualidad, desaprender es la parte más difícil, porque crecimos con unos patrones de crianza que están inmersos en nuestro ADN y en el contexto sociocultural; pero hoy en día hay investigaciones que demuestran métodos psicopedagógicos eficientes, pero que son totalmente inéditos para muchas familias.
Ahora, cuando está comenzando el año escolar, les comparto 7 claves contundentes para optimizar el éxito escolar.
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Conoce la plasticidad de su cerebro.
Hipotéticamente, imaginemos el cerebro de un niño como el software de su ordenador, con múltiples funciones conectadas entre sí donde se almacena la información y se origina la operatividad de los programas. Tenemos grandes aliados en nuestro cerebro que determinan el aprendizaje, la memoria y el lenguaje. Es por ello que la estimulación temprana fomenta las conexiones neurológicas y la plasticidad cerebral.
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Alimenta su cerebro y fomenta el descanso.
La buena nutrición puede aumentar el coeficiente intelectual y favorecer la atención plena. Es recomendable disminuir las harinas y el azúcar, las bebidas gaseosas y alimentos altamente procesados.
El sueño es también un aliado fundamental en el desarrollo del cerebro, por eso entre 8 y 10 horas de sueño es el tiempo recomendado.
Además, te sugiero que promuevas la respiración profunda y le ofrezcas a tu(s) hijo(s) agua varias veces al día. Recordemos que la mayor parte de nuestro cerebro está compuesto por agua, por ello debemos hidratarlo.
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Promueve la inteligencia emocional.
Las emociones forman parte de nuestro convivir diario. La memorización sistemática en forma repetitiva ya no es considerada la forma adecuada para enseñar a los niños matemáticas o a aprender a leer. El equilibrio emocional abre la mente a nuevos conocimientos, por ende desarrollar la autoestima de los niños, debe ser también nuestro legado. Diariamente podemos expresarles frases alentadoras: “Yo estoy orgullosa de ser tu mami, has crecido muy rápido. Mira, ya llegó el tiempo de ir a clases”.
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Canaliza las emociones negativas.
La estrategia más eficaz para el manejo de conducta es la proactividad. Los niños tienen también un lenguaje corporal que debemos observar para prevenir conductas desafiantes como la impulsividad y la agresividad. Si vemos que el niño se está alterando emocionalmente agitando su respiración o hace los llamados “berrinches o pataletas” podemos redireccionar su atención hacia una actitud positiva: “Entiendo que estas enojado, pero busquemos la solución al problema, puedes apretar una pelota si deseas drenar la ira, pero no puedes lanzar los juguetes, te recuerdo que los juguetes deben permanecer en el piso o en la mesa, son para jugar y los debemos cuidar”.
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Conoce el currículo educativo que aplicarán en su salón de clases.
Pregúntale a la maestra que currículo usa al momento de planificar y evaluar su desempeño. Hay muchos currículos y el estado de Florida no exige un currículo en particular. Los instrumentos de evaluación también varían según la edad y el centro.
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Practica rutinas predecibles y normas dentro y fuera del hogar.
El cerebro responde cuando sabe qué esperar y conoce las consecuencias de sus decisiones. La disciplina en las rutinas crea hábitos y los hábitos son los peldaños del éxito. Puede crear un “Decálogo de la Familia ___”, donde todos los miembros de su hogar participen en su elaboración y al final firmen como un acuerdo familiar. Hacer un calendario con imágenes o fotos donde vean la secuencia del día es muy efectivo.
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Valida sus sentimientos ante la ansiedad de separación y adaptación.
Por último, pero no el menos significativo, es validar sus sentimientos durante el período de adaptación escolar. Cuando vayan en camino al centro educativo conversa y dile que tú también lo vas a extrañar, pero que tu corazón y su corazón siempre estarán unidos. Imprime tu foto y la foto del niño, recorta un corazón y pega las fotos (si el niño es pequeño pueden laminarla para protegerla; guárdala en su cubby o lunch box y dile que cuando piense en ti abrace tu corazón. Si el niño ya sabe leer, le puedes agregar mensajes escritos en servilletas, en su bolso o enviarle mensajes de texto si ya tienen celular. La ansiedad a la separación y a lo desconocido es normal, pero créanme que he visto muchos casos y les digo que esto de la foto y los mensajes SÍ funciona como arte de magia.
Recuerda! El triunvirato entre los docentes, la familia y el niño es la clave para fomentar el éxito y una base educativa solidificada.
Nos encantaría conocer tu experiencia con el Regreso a Clases! Escribe tus comentarios para ayudar a otras mamis; a veces nosotras lloramos más que los niños cuando los dejamos en los centros educativos.
