Tres lecciones que aprendí en la cuarentena con mis hijos

1

Nunca imaginé que estar encerrada en cuarentena con mis dos hijos podría convertirse en la más grande lección de maternidad y crianza. 

Para ser sincera, cuando la escuela de mis hijos anunció su cierre para prevenir el contagio del coronavirus, mi primera reacción fue pensar en una lista de actividades para “entretener’ a mis dos hijos de 5 y 7 años.  

Pero cuando los días empezaron a pasar, mi idea de mantener una rutina llena de actividades agendadas, empezó a desaparecer.

Me di cuenta de que había un poco de resistencia por parte de ellos, como si la agenda que estaba tratando de imponer en la casa, interrumpiera algo más importante que ellos tenían que hacer. 

Fue en ese momento cuando decidí hacer una pausa, apagar el celular y sentarme a observarlos.

Después de un día entero siendo testigo de la dinámica de mi casa sin mi deseo de controlar, decidí que sólo mantendría las rutinas más básicas.

Y entonces pasó lo inesperado. 

Mis hijos empezaron a jugar en tanta armonía, que casi me daba miedo, empezaron a resolver sus peleas sin necesidad de que yo entrara como un juez a dar un veredicto y la relación de amigos alcanzó un nivel que no sabía que podía existir entre hermanos. 

Tres lecciones que aprendí en la cuarentena con mis hijos Caro Mejia Contributor Miami Moms Blog

En ese ejercicio de soltar mis expectativas de cómo sería la cuarentena para observar cómo era realmente, aprendí 3 cosas:

1. Menos estructura, más seguridad. 

Siempre he creído en la capacidad de mis hijos para resolver temas que a su edad pueden resolver, o al menos, eso creía; pero en estos días largos de cuarentena me di cuenta de que me hacía falta atreverme a dar el último paso de esa confianza: soltar el control.

El cambio en su actitud fue evidente y una grata sorpresa para mí porque significa que educarlos es más una actividad de observación que de intervención. 

Ellos se dieron cuenta de que mi confianza en su capacidad es tan real que me siento tranquila de dejar que ellos resuelvan qué hacer con las largas horas del día  (no en todo, obviamente, lo siento niños, ¡pero no podrán desayunar helado de chocolate!)

2. El aburrimiento es el motor de la creatividad (pero el aburrimiento real llega después de varias horas). 

Al comienzo de la cuarentena decidí que no los dejaría ver más televisión de lo que está permitido, que en nuestro caso es poco, solo los fines de semana. 

Esto dio pie a largas horas sin otra diversión que sus pocos juguetes, cachivaches en el garaje y el pequeño jardín de la casa.

Y entonces llegó el aburrimiento real, el que te pone de cabeza en el sillón.

Es un aburrimiento que tiene un pico de hartazgo (ese punto en el que quizás te das por vencida y le das la tablet) y ahí, pasando ese punto de insoportabilidad, llega la creatividad más genial de la que solo son capaces los niños, cuando les permiten vivir todas las etapas del aburrimiento.

Entonces, comprendí la importancia de no hiper-agendar la vida de ellos con cumpleaños, clases y actividades porque el aburrimiento solo llega después de largas horas de ocio.

3. Los niños expresan sus preocupaciones a través del juego.

Hace un tiempo leí en un blog sobre crianza que en el juego los niños sacan todo lo que tienen en la mente.

No sé tú, pero a mí me cuesta trabajo sentarme a jugar con muñequitos; créeme, lo he intentado y me aburre. 

Prefiero juegos de mesa, andar en bicicleta, proyectos de arte, cocinar juntos y otros juegos de playa o parque.

Pero, en esta cuarentena me di cuenta de que también es posible escuchar su mente con nuestra atención plena. Que nuestro trabajo es crear las condiciones para que ellos se sientan relajados para jugar.

No quiero volver a la “normalidad”, quiero volver a una nueva realidad. 

Todavía quedan varias semanas de cuarentena pero, una vez que podamos salir de casa, quiero regalarle a mis hijos más horas de ocio, más días sin prisa y que el verano llegue con muchos días largos en nuestro hogar. 

Y tu ¿qué has aprendido en esta cuarentena?

 

Previous articlePlanning a Quarantine-Friendly Virtual Baby Shower
Next articleBigger, Stronger, and Wiser… Well, It’s Not Always Like That
Caro Mejía
Caro Mejia is a Mexican journalist covering parenting and family topics on social media known as @Mama_Caromejia. She previously worked as a news anchor and reporter for Telemundo, Azteca America and ABCNews. In 2010, after 15 years working on television, she left the USA to travel the world for 15 months doing volunteer work with her husband. After countless adventures and unforgettable experiences improving the quality of life of others, she decided to start a family in Miami. Caro Mejia published her first children's book “Lion heart goes to school” in 2017 to help families with the transition to preschool. In 2018 she embarked on a second volunteer adventure in Brazil with her family, where they built the first children’s library in a rural town. They came back to the United States mid 2019 to continue her work as a journalist and blogger in the Miami area. She is a passionate communicator bringing the latest parenting information and resources to the spanish-speaking community in the United States. Follow her on Instagram @Mama_CaroMejia

1 COMMENT

  1. I loved reading this! Couldn’t agree more about children expressing their insecurities through play. It makes much more sense now 🙂 Thanks for sharing

Comments are closed.