¿Es normal que mi hijo sea tan tímido? Esta pregunta me la hice muchas veces. Si estás leyendo esto, tal vez sea una pregunta que a veces te ronda la cabeza.
Mi hijo era ese niño tímido que se quedaba pegado de nosotros la primera hora al llegar a una fiesta. El que no entraba a una clase nueva de algún deporte en el primer día. De hecho, a veces teníamos que ir varias veces a sentarnos a observar desde una banca una clase antes de animarse a participar o jugar con los demás niños.
Entonces, me empecé a dar cuenta de que otras personas se preocupaban porque mi hijo se quedaba a mi lado, como si ser tímido fuera algo malo. Pero yo veía tantas cualidades en la naturaleza tranquila de mi hijo que decidí investigar más.
No los llamemos tímidos
Primero le pregunté a una experta en desarrollo infantil, Lina Acosta Saandal, en Miami, sobre la aparente timidez de mi hijo.
Ella me dijo que los niños catalogados como “tímidos” son en realidad observadores y necesitan más tiempo para adaptarse a nuevos ambientes.
Además agregó que “el mundo se mueve más rápido para niños con este tipo de temperamento que para los demás”. Sin embargo, “no debemos evitar situaciones que son difíciles para ellos. Debemos ayudarlos a entrar en ese mundo que les da miedo”, agregó la experta.
¿Qué podemos hacer los padres?
Obviamente quise saber más sobre este tipo de temperamento y así fue como llegó a mis manos el libro escrito por Susan Cain titulado “El poder silencioso, la fuerza secreta de los introvertidos”.
Al igual que la experta en desarrollo infantil, la autora también describe a los introvertidos como observadores. Niños que les gusta sumergirse en su mundo de pensamientos y emociones.
Lo que más me gustó de su libro fueron estos consejos para que los niños enfrenten situaciones difíciles:
- Practicar una situación que lo pone nervioso muchas veces antes de que ocurra. Por ejemplo, saludar apretando fuerte la mano y viendo a los ojos o hacer una presentación frente al salón de clases.
- Identificar un lugar donde pueda recargar energía cuando se siente abrumado. Esto puede ser un área del jardín, un rincón diseñado para relajación o la biblioteca.
- Apreciar sus características como súper poderes es clave para desarrollar la seguridad en sí mismo, como, por ejemplo, su capacidad de observación y su alto nivel de concentración.
Hora de aplaudir a los que viven a otro ritmo
Al final, ser mamá de un niño introvertido, a veces “tímido”, no es razón para preocuparnos. Todo lo contrario, es hora de celebrar las cualidades de los niños y niñas con temperamento tranquilo.
Mi hijo tiene 7 años ahora. Todas esas características de su personalidad que me preocupaban cuando era más chico, son ahora sus más grandes cualidades.
Primero, su capacidad de escuchar con empatía lo hacen el mejor amigo de muchos en su salón. Segundo, su alto nivel de concentración le ayuda a sobresalir frente a sus maestras. Tercero, es un niño que trae mucha paz a nuestra familia con su ritmo más pausado y sus conversaciones profundas.
Entonces, si tienes un hijo tímido o introvertido, quiero escucharte para seguir aprendiendo, cuéntame ¿cómo ha sido tu experiencia?